Poema al acantilado peñasco


Poema al acantilado peñasco
Inexpugnable rocadura
misterio de todo hado
tengo la picadura
del jején colorado
al ver desde hace horas
como la mar avizoras
altivo y rampante acantilado
Desde allí veo todo
dice el estrecho vulgo
con tu silencio comulgo
y con tu húmeda armadura
y tu implacable modo
que impone sepultura
a picas siempre blandientes
de la mar derrotada.
 Oh gran acantilado
al agua dejas a un lado
con tu férrea compostura
en homenajearte me plazco
por altivo y escarpado
tú sí estás a la altura
de un auténtico peñasco.

Un par de aritos (poesía)

Un par de aritos

Estaban casados los dos
y tenían algunos enojos
ella con su embarazo
y él un poco floco
a veces andaba descalzo
por ciento cuarenta y pico
calles deambulaba
convertido en un adorno
pero aunque todavía soñaba
en realidad estaba en el horno
Su hermano era un trapito
para lustrar su gamuza
siempre en la casa una excusa
y del lupanar al garito
en compañía de viola
laúd, lira y bombito
La pareja se rompió
y tras tan fatal episodio
él se dedicó al armonio
y ella a los caballeros
la casa se tornó un agujero
donde se daba la chanchada
y del antiguo amor
ya no quedaba nada
y qué quedó de recuerdo
te consulto y no repito
salame y queso de cerdo
y un par de aritos
te lo digo y lo repito:
un par de aritos.